lunes, 25 de febrero de 2013

Lo que se viene sobre el evangelicalismo


PENSAR INQUIETANTE
Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)

Pensaba ayer, en altas horas de la noche, en la fidelidad inquebrantable de las Escrituras. Todo se cumplirá al pie de la letra, reniegue quien reniegue, búrlese quien se burle de ellas, créalo, o si es incrédulo, así será, porque Dios no es hombre para que mienta (Num. 23:19). Podemos constatar a través de la Biblia que el fin de los sistemas del mundo están por concluir, mientras éstos, paradójicamente, cada vez más, se yerguen con altivez segura en un moderno progresismo que anuncia su pronta e inevitable caída.
Vendrá el tiempo en que Dios los derrumbará, como si fuesen un montón de ladrillos huecos que se tumban con un insignificante golpe, y su luz arrogante será apagada como la luz de vela que alumbra cuando se sopla sobre ella. La soberbia ha hecho creer al mundo que Dios es innecesario para él; tristemente, caerá con toda su gloria maldita y profana, tal como las ciudades paganas cayeron en la antigüedad por su rebeldía absoluta contra el Dios del cielo, a pesar de la advertencia de juicio severo en boca de los fieles y santos profetas del Altísimo Señor:

«La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra? Si te remontares como águila, y aunque entre estrellas pusieres tu nido, de ahí te derribaré, dice Jehová» (Abd. 3, 4).

Pero lo más triste del asunto, es que la Iglesia actual, no es indiferente al escrutinio Divino, aclarando que en los tiempos muchos se apartarán de la verdadera fe, para seguir doctrinas que no se sujetan a la voluntad del Creador, aprobando su encubierto trasfondo demoníacos que parecen de luz, pero que su falsedad espantosa es detectada por la certidumbre Escritural (1 Tim.4:1). Aún con la evidencia bíblica que les hace ver su naturaleza maligna, los creyentes ignorantes seguirán creyendo en ellas, colocándolos en un estado peligroso y potencialmente condenatorio.

Teologías oscuramente inciertas se han colado sigilosas en los templos cristianos, que con gusto nada saludable, son abrazadas cómo el padre amoroso que abraza a sus hijos. El caballo troyano satánico, hermosamente diseñado de aparente piedad, se ha abierto dentro de las Iglesias para exhalar su iniquidad salpicada de gloria que se mueve tan descarda e inmundamente en la vida de los creyentes, siendo culpable los líderes eclesiales, porque ellos son los que se han encargado de diseminar la semilla de engaño y de maldad que del caballo ha salido, sin importarles la condición espiritual de los neófitos profesantes, a los que astutamente se les despoja de lo poco que tienen para subsistir para provecho de los lobos rapaces vestidos de inocentes corderitos que guían a las congregaciones con doctrinas vagas e impuras. Estos abusos financieros y dogmáticos, serán causa de su pronta y justificable destrucción, según 2 P.2:1-3:

«Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre si mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme».

Claramente los textos anteriores enseñan, que no son personas ajenas a la doctrina del Señor las afectadas en la situación dada, sino el mismo pueblo de Dios y sus líderes que han sido engañados con perfecto arte demoníaco, que de una manera u otra, algunas, tratan de ser sinceras ante el Divino Hacedor.
La buena intención, si es errada, tarde que temprano conducirá a la terrible boca del Lago consumidor a los que creyeron amar genuinamente al Señor, si no despiertan de la narcotización doctrinal torcida que los hace parecer robots programados para obedecer ciegamente a los maestros que anuncian por todos los cabos la profana teología de la prosperidad.
Hoy en día, no se enseña en las Iglesias que el creyente verdadero es candidato seguro y obligado de sufrir la sana doctrina (2 Tim. 4:3). Se les muestra que con Dios todo será color de rosa, maravilloso, de materialismo abundante y de disfrute terrenal elevado (la inversión antiescritural de Mt. 6:33). Bien dijo Pablo que los profesantes de la fe se volverían para seguir fábulas del mundo, apartando el oído a la verdad, pera escuchar cosas que solamente les agraden y les convengan (2 Tim.4:4), fuera del sacrificio ordenado para la obediencia y que Dios exige cada día al cristiano ciertamente convertido. El cristianismo de hoy se ha tornado cómodo y fútil, negligente, perezoso y sin cruz, sin seguimiento a Cristo; que no acepta las aflicciones, ni las luchas, ni las pruebas que producen firmeza.
 Los creyentes son adulados y atrapados con asombrosa maestría (Jud.16) en un concepto falso como hijos de Dios; se les dice que son merecedores de todo por tal causa, lo que da lugar a creer que Dios es un cumplidor sin salidas a sus más extraños deseos, que son mundanos y carnales hasta la muerte (Nada saben, realmente, del concepto de Soberanía Divina). Regularmente, así es.
El auge de este mover pseudo cristiano a nivel mundial, no tiene nada que ver con la voluntad de Dios, sino que los líderes hipnotizadores que lo promueven y lo componen y que se han encargado de extender este atractivo cristianismo atrozmente desviado, sensual, y de mercadeo, que sin lugar a dudas es una idea excelente acomodable al corazón humano que es perverso y engañoso (Jer. 17:9). Por eso, cada día, los prosélitos aumentan, y muchos que se dicen cristianos no son más que mundanos que se ciñen brillante disfraz celestial («Cristo vive», dicen).

Su avivamiento, lejos de ser la forma ideal de sujeción y de obediencia, no deja de ser un montón de manifestaciones desordenadas emotivas que son confundidas con la Unción del Santo Dios, que prácticamente lleva al hombre a entender su Palabra para ser discernida correctamente y obedecida:

«Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseña; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él» (1 Jn.2:27).

Su legalismo farisaico y amenazas bíblicas mal entendidas y aplicadas les han hinchado hasta casi reventar los bolsillos y las billeteras de tanto dinero que roban en las Iglesias, y qué decir de las cuentas bancarias que poseen, que rebozan de todos los centavos de los pobres creyentes ignorantes que no tienen en qué lugar caerse muertos a causa de su pobreza.
 Esto sí es el colmo de los colmos, y culpa la tienen también los creyentes idiotizados, de un mirar totalmente horizontal, que confían más en los lagartones de siete suelas y perros hambrientos de billetes (por inmundos) que en el mismo Dios que da paz y libertad, y que suple cualquier cosa, que conforme a su voluntad, bendice como quiere, y no sólo al creyente, sino además a los injustos, aunque muchos no lo crean (Mt.5:45). Su temor, mal infundado por manipulación bíblica y que es ofensiva para Dios, es factor de importancia para la ocasión de enriquecer a quienes se han burlado de ellos para semejante fin. Muy lejos, tan siquiera, de tener algo personal contra estas personas religiosamente pervertidas, la finalidad en la página es hacer ver con claridad al creyente la mentira que está profetizada para los últimos tiempos y que se cumple con estos devastadores de la salvación que se encuentran bajo el yugo y el control del destructivo Satanás.
Para nosotros, los que trabajamos como vigilantes incansables en el blog, es en verdad triste el ver que tantos se estén apartando del camino salvífico por la incapacidad que tienen para poder distinguir entre lo mundano y lo de Dios. El diablo es sutil para el engaño, y el creyente mal preparado fácilmente caerá en sus fuertes lazos para ser dirigido por las rutas que llevan al Infierno de Fuego.
De manera parecida a lo que pasó en un principio con los creyentes de la Iglesia Romanista cuando se les daban las misas en latín y que no tenían acceso a las Escrituras (Para dejarlos ignorantes del precepto bíblico, aunque aún siguen timados en tantas formas de mentira, a pesar de tener biblias), hogaño los creyentes no tienen acceso a las Escrituras (aún teniéndolas en sus casas, bajo una capa densa de polvo de días, y que son desempolvadas en los días de culto solamente) porque han depositado la confianza en los que dictan sus propios decretos y prédicas sincretizadas y erradas, así, que ¿Cuál es el caso de ir a las Escrituras si tenemos súper pastores y evangelistas ungidos que nos enseñan bien lo de Arriba?
Pregúnteles, mi querido lector, si es convertido, a dos o más, y que le contesten con sinceridad, cuál es el número de veces que leen regularmente la Biblia, no digo en un día, sino por semana. Los promedios son conocidos, y fatalmente, pocos creyentes aman su lectura. Mis respetos para el viejo diablo; es muy bueno para embaucar, no en vano es llamado «Padre de Mentira» (Jn.8:44).

El mundo marcha con pasos apresurados al mayor conflicto de oscuridad terrenal. Se presagia bíblicamente una Gran Tribulación de escalas extremas, cómo nunca en la Tierra se ha visto, y es lógico, que cada día, no estaremos mucho mejor en ella (Mt.24:21). Ante todas las cosas, Cristo en el Monte de los Olivos, advirtió a sus apóstoles, y a nosotros, del engaño religioso que vendría después (Mt.24:4, 5) y que va casi de la mano con la aparición de la Gran Tribulación Final. Esto nos muestra, que los tiempos últimos casi llegan a su fin. Ahora, este engaño ha entrado en las Iglesias, y sus promotores infernales, como Benny Hinn, Cash Luna, los Copeland, Morris Cerullo, y tantos otros más que caminan dando tumbos por la misma «banqueta» y que con harta seguridad, sin retractarme nunca, pondrán muchos a «nadar» fatídicamente en las ondeantes y temibles llamas del Lago de Fuego.

Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios (Lc.21:31).
Dios les bendiga hermanos y amigos siempre.

¿Qué es el antitipo bíblico?


¿QUÉ ES EL ANTITIPO?
Por Dr. Javier Rivas Martínez (MD).

El término tipo lo encontramos 16 veces en el Nuevo Testamento griego con diferentes significados (Jn. 20:25; Hch. 7:43, 44; 23:25; Ro. 5:14; 6:17; 1Co. 10:6, 11; Fil. 3:17; 1Ts. 1:7; 2Ts. 3:9; 1Ti. 4:12; Tit. 2:7; Heb. 8:5; 1P. 5:3). En 1Co. 10:6 y 11 tiene al significado que queremos considerar aquí: “Empero estas cosas fueron en figura de nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron… Y estas cosas les acontecieron en figura; y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado.” La palabra castellana proviene del latín typus, y este del griego tupon; y el diccionario la define, en las dos primeras acepciones, como: “(1) Modelo, ejemplar; (2) símbolo representativo de algo figurado”. Se llama antitipo a la realidad del Nuevo Testamento que se corresponde con el tipo del Antiguo; aunque el término griego también se traduce “figura” en la versión castellana de la Biblia (Heb. 9.24; 1P. 3:21). (Tomado de Wikipedia).

Como se podrá ver, el término Antitipo es un término teológico, no desconocido, que se aplica al cumplimiento del sacrifico expiatorio de Cristo en el Nuevo Testamento teniendo como base las figuras o sombras veterotestamentarias, como es, en este caso, el sacrifico de animales físicamente aptos (sin defectos, o puros) de acuerdo a la ley Levítica (Lev.cap.4) para el perdón de los pecados (Lev.4:35). En Heb.10:1., el autor explica, dentro de la perspectiva de la Gracia, tomando en cuenta la vieja ley, que la sombra, es decir, los sacrificios de animales conforme al culto levítico para la expiación de los pecados vendría a ser el objeto principal para que los bienes del futuro o venideros pudieran darse y que se traducen en la muerte de Cristo para la restauración del hombre con Dios (Reconciliación: Ro.5:10; 2 Co.5:19), para la satisfacción de las demandas de acuerdo al carácter santo y justo de Dios con respecto al castigo del pecado (Propiciación: Ro.3:25), para la compra del esclavo del pecado para que sea libre (Redención: 1Co.1:13, 14), y para la consumación de la salvación de los que fueron comprados con sangre en la cruz que tienen relación con la segunda venida de Cristo al mundo:

«…así también Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos. La segunda vez, ya sin relación con el pecado, aparecerá para salvación a los que le esperan» (Heb.9:28; ver también Heb.9:15).

Animales selectamente puros, sin defectos, eran escogidos para el sacrificio expiatorio (Heb.9:13.), y su importancia estriba o se centra en el derramamiento de la sangre de ellos para la expiación del pecado (Heb.9:19-21). «La ofrenda de sangre del macho cabrío y el envío del otro macho cabrío al desierto proporcionaban perdón solo en el sentido de que tipificaban el sacrificio final de de Cristo (Biblia de estudio RVA Siglo XXI, basada en la RV de 1909). Así, en el Antiguo Testamento: «. . . pues según la ley todo es casi purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados (Heb.9:22). Bajo el sacrificio levítico, era imposible obtener la purificación de manera completa. Es sabido que la conciencia del pecado obraba aún. Por tal causa, los sacrificios por los pecados se realizaban de manera repetitiva en el Antiguo Testamento:

«Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros y no la forma de estas realidades, nunca puede, por medio de los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente año en año, hacer perfectos (completos) a los que se acercan. De otra manera, ¿no habrían dejado de ser ofrecidos? Porque los que ofrecen este culto, una vez purificados, ya no tendrían más conciencia de pecado. Sin embargo, cada año se hace memoria de los pecados con estos sacrificios, porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. . . » (Heb.10:1-4).

Por otro lado, con Cristo, el Antitipo, la posibilidad para que los pecados sean purificados es absoluta, por medio de un sacrificio único: «Luego dijo: ¡Heme aquí para hacer tu voluntad! El quita lo primero para establecer lo segundo (es decir, la ofrenda levítica de animales sacrificados: los precursores, la sombra, Heb.10:9). Es en esa voluntad que somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre» (Heb.10:10). En otro lugar:

«Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo, ¡Cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a si mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo» (Heb.9:14).

Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn.1:29) porque conceptualiza el cordero pascual (Ex.12:3), y se identifica con el macho cabrío del Día de la Expiación (Lev. 5:16). Es el Antitipo, además, del segundo macho cabrío, que era ungido con la sangre del macho cabrío sacrificado, el cual se le dejaba huir al desierto para que muriera, llevando los pecados de Israel, según esta tipología. Cristo como Cordero de Dios viene a dar expiación de los pecados de aquellos hombres que han creído en él (Jn.3:16).

«Así que, hermanos, teniendo plena confianza para entrar al lugar santísimo por la sangre de Jesús...» (Heb.10:10).

Dios les bendiga por siempre, hermanos y amigos que nos visitan.

El número "uno" en hebreo


DIOS ES UNO SOLAMENTE

Por Sir Anthony F Buzzard (Unitario)

Una consideración del uso del numeral “uno” en conexión con Dios es instructiva. Nadie tiene ninguna dificultad con las declaraciones siguientes. Según Ezequiel, "Abraham era uno [Heb. echad, Gk. heis] " (Eze. 33:24). El NIV traduce este hecho al español sencillo: "Abraham era solamente un hombre." Jesús utilizó la palabra "uno" de la misma manera para significar a un individuo solo: "no os llaméis Rabbi; porque uno [heis] es vuestro Maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno [heis] es vuestro Padre, el que está en cielo. Y no seáis llamados Maestros; porque uno [heis] es vuestro Maestro, el Cristo " (Mateo 23:8-10).
En cada caso "uno" significa una persona. Para Pablo Cristo es "una persona" (heis): "[Dios] no dice, 'y las simientes' como si hablase de muchas, sino más bien de una, 'y a tu simiente,’ la cual es Cristo (Gál. 3:16). Algunos versos más adelante el mismo lenguaje exactamente aplica a Dios. Pablo dice: "Y el mediador no lo es es de una [heis] parte solo [literalmente ‘no de uno,’; heis]. Pero Dios es uno [heis] " (Gál. 3:20). El significado es que Dios es "una parte" o "una persona."
Todo esto es consistente con el testimonio uniforme de la Escritura de que el único Dios es el Padre de Jesús. Es verdad que heis puede señalar una unidad colectiva: "Todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gal 3:28). Este significado es absolutamente inadecuado en el caso de Dios, que es descrito constantemente por pronombres singulares y comparado con el Padre, que es obviamente una persona.

Estos hechos presentan un problema agudo para el Trinitarianismo. Algunos han sido conducidos al extremo de sostener que la palabra "Padre" en el Nuevo Testamento puede describir a no solamente una persona de la Trinidad pero a todos los tres, "Padre, Hijo y el Espíritu Santo:

Algunas veces "Padre" es empleado no de Uno que es distinto del Hijo y al Espíritu Santo - una persona distinta de la Deidad- sino de la Deidad misma. Permítannos darles algunos ejemplos de esto... [Pablo dice que] hay un Dios que tiene una existencia verdadera, y es el único que los Cristianos adoran. De modo que él escribe, "Pero para nosotros sólo hay un Dios, el Padre " (1 Corintios 8:6). Aquí la palabra “Padre” equivale a las palabras “un Dios”. Pablo está diciendo que hay solo un Dios, y no estaba pensando del todo en las Tres personas de la Deidad. Es en este sentido que él utiliza la palabra “Padre”, tal como él lo hace en Efesios 4:6, donde él escribe de "un Dios y Padre de todos."

El escritor lucha con la plena definición unitaria de Pablo de Dios como "un Dios, el Padre." La fuerza de la propia convicción de 0lyott de que Dios es realmente tres lo fuerza a imaginar que “el Padre" realmente significa tres personas. La teoría es imaginaria. El escritor no puede permitirse pensar que Pablo podría no haber sido Trinitario.

jueves, 21 de febrero de 2013

Enfoque en el Reino 3-7 Anthony Buzzard


Enfoque en el Reino

 Volumen 3 N º 07 de abril 2001

 En esta edición:

 1.  FAQ (Preguntas más frecuentes)

 2.  La palabra "eterno" o "eterna"

 3.  De acuerdo con Jesús

 4.  Comentarios


 FAQ (Preguntas más frecuentes)

 Si, como usted enseña, Jesús el Hijo de Dios vino a la existencia consciente sólo en el vientre de su madre, ¿cómo explica las palabras de Jesús cuando dijo en Juan 13:3, 16:28 y 20:17: "dejo el mundo y vuelvo al Padre "?  Sin duda, esta es una prueba de que Jesús tuvo una existencia prehumana.

 Esta es una pregunta interesante.  El problema es que no hay versículo de la Biblia que diga que Jesús iba a volver a su Padre o regresar a su Padre.  (Del mismo modo, no hay ningún versículo que diga que Jesús le pidió a Dios que le retorne, para restaurarle a una antigua gloria para él).  Si usted está leyendo la Nueva Versión Internacional (NVI), que es muy popular en estos días, yo simplemente tengo que decir que ha sido engañado por una traducción errónea en esos versos.  Ahora me apresuro a añadir que la gran mayoría de los versículos de la Biblia han sido bien traducidos en casi todas las versiones disponibles, pero en esos versículos (Juan 13:3, 16:28 y 20:17) le han ofrecido no una traducción  sino una paráfrasis imprecisa que trata de empujar a creer algo que Juan no había escrito.  Es una lección muy valiosa - para darse cuenta de la verdad sobre algo sorprendente: que los traductores no siempre son justos con el texto.  Cuando se trata de cuestiones que afectan  la definición de Dios Padre y el Hijo, las traducciones son a veces impulsados por lo que el traductor cree que el texto debería decir.

 El remedio para esta situación lamentable es comparar esos versículos con la versión King James (que no solemos recomendar desde su Inglés muy antiguo y no siempre comunica bien con nosotros en el siglo 21) o con la Nueva Versión King James.  Usted verá que lo que Jesús realmente dijo fue esto: Voy a mi Padre (Juan 13:3; 16:28) y: Subo a mi Padre (Juan 20:17).  Hay una gran diferencia entre ir a Inglaterra y regresar a Inglaterra.  Si usted tiene acceso a un interlineal que imprime el texto griego por encima de una traducción palabra por palabra en Inglés, usted puede fácilmente verificar estos hechos.  Juan habla de "ir de nuevo" cuando quiere decir volver atrás, regresar (véase Juan 11:17; 10:40; 18:38; 20:10).  La Nueva Versión Internacional traduce correctamente con las palabras "volver" en Juan 11:8.  El griego dice "vamos de nuevo".  Aquí es muy interesante un hecho instructivo: La Nueva Versión Internacional traduce la palabra "ir" de diferentes maneras, todas las cuales se justifican por el contexto, pero en sólo dos ocasiones. Hacen girar la palabra griega, ir, como ir hacia atrás o  retornar (Juan 13:3; 16:28).  Esta distorsión de la lengua griega es el resultado de la esperanza de los traductores para así forzar el texto para decir lo que no es , de hecho, dicen lo contrario.  Tal es el poder de la tradición - una tradición que disminuye la humanidad de Jesús haciéndole el Creador del cielo y de la tierra en Génesis, una afirmación que nunca hizo por sí mismo y que contradice muchos versos, sobre todo Isaías 44:24 y Marcos 10:6.  En el último versículo Jesús dijo: "Dios los hizo hombre y mujer".  Él no estaba hablando de sí mismo.  Fue Dios, no el Hijo de Dios, el que descansó en la creación (Heb 4:4).  La NVI crea aún más confusión en Juan 20:17 que hacen que un cambio de la palabra griega (anabaino) por el castellano "retorno".  En ningún otro lugar han traducido así esa palabra.  Es obvio que "ascender" al Padre no incluye la idea de volver al Padre.  Así llegamos a la conclusión de que Jesús fue al Padre después de su resurrección.  No volvió allí.  Si tiene más preguntas, usted puede estar interesado en saber que Juan 17:5 no dice "Devuélveme" o "Devuélveme la gloria que tuve ...", como algunas versiones parafraseadas dicen.  Hay que leer el evangelio de Juan con gran cuidado.  ¿Qué clase de gloria tenía Jesús en mente?  Juan 17:22, 24 proporcionan el contexto para Juan 17:5, y 17:22 y 24 y se encuentra que a usted (Cf. versículo 20) como discípulo "se le había dado" la misma gloria que Dios le había dado a Jesús (v. 22).  Esa gloria fue dada a Jesús porque Dios le amó antes de la creación del mundo. Los discípulos de todas las edades van a ver esa gloria en el futuro, sin embargo, es la misma gloria que ya se había dado a Jesús y ya se le ha dado a usted!  (Vv. 20-22).

 ¿Puedes resolver el enigma?  No es difícil, en el marco muy judío de Juan y el Nuevo Testamento.  Las cosas que se van a dar en el futuro puede decirse que ya está en posesión - que se "tienen" - antes de nacer.  Así, Jesús pidió que la futura gloria (Juan 17:5), la misma gloria que se había dado a usted antes de que naciera (v. 22), la gloria que se verá en el futuro y que Jesús le pidió a Dios que le diera en el futuro (Juan 17:1).

 Pablo dice en II Corintios 5:1 que los cristianos ya "tienen" (tiempo presente) un cuerpo en el cielo.  Es literalmente cierto?  Por supuesto que no.  Lo que se quiere decir es que Dios ha preparado un nuevo cuerpo espiritual (I Cor. 15:44-46) y se compromete a dárselo a usted en el futuro en la resurrección (I Cor. 15:23).

 Podrías orar sobre esta base en el futuro: "Dios, por favor dame ahora el cuerpo que yo tenía, como tu me prometiste en tu plan desde el principio."  Así que Jesús oró en Juan 17:5.  Le pidió al Padre la gloria por que era la gloria prometida por Dios mucho antes del nacimiento de Cristo.  De la misma manera Rev. 13:8 (NVI) habla de Jesús siendo crucificado antes de la fundación del mundo - porque estaba en la intención de Dios, no en la realidad.

 Como los rabinos, dicen, todas las cosas grandes y figuras del futuro existen en el plan de Dios antes de venir a la existencia real.  Así, en los escritos judíos aun Moisés existía en el plan de Dios mucho antes de su nacimiento.  Pero Moisés se convirtió en un ser consciente únicamente en su nacimiento.  Eso es lo que significa ser un ser humano.  Jesús también es un ser humano, "el hombre Mesías Jesús" en contraste con el Único Dios (I Timoteo 2:5;.. Corintios 8:4, 6).

 Si bien es cierto que el Mesías no es Dios, sino el Hijo de Dios, ¿cómo es que al Mesías se le da el título de Dios que es Adonai en el Salmo 110:1?  He leído que esto es así en la nota marginal NASV a Hechos 2:36.

 Lamento tener que señalar que hay un grave error de hecho en lo que se lee en esa fuente.  Es posible que tenga que pedirle a alguien que sabe hebreo, pero la palabra para el Mesías en el Salmo 110:1 en realidad no es Adonai (el Señor Dios en todas sus 449 ocurrencias), pero se le aplica la palabra adoni, palabra diferente que siempre significa un superior que no es  Dios.  La concordancia de Strong, desafortunadamente no le permite ver la diferencia importante entre Adonai (rima con El Shaddai) y Adoni (que se pronuncia así en hebreo).  Adoni nunca se usa como un título para Dios.  Designa a superiores humanos de todo tipo (un padre, el rey, un dueño, etc) y a los ángeles a veces - pero nunca para Dios.  Así Salmo 110:1 es un testimonio muy valioso de la verdad que el Mesías no es Dios mismo, sino el Hijo de Dios, el hijo de David y superior de David, el Señor.  La RV, RV, NVI y la versión de 1973 de la NASV han leído bien, "dijo el Señor a mi señor ...", usando la letra minúscula "s".  La traducción Knox dice: "El Señor dijo a mi Señor".  Una versión moderna paráfrasis amablemente escribe en Mateo 22:43-45 (nótese la pequeña "s"): "Y les dijo: '¿Cómo es que David en el Espíritu le llama Señor, en las palabras:" Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies '"? Pues si David le llama Señor, ¿cómo ha de ser su hijo?'" (La Biblia en el Salón Inglés, Steven F. Byington).

 Este Salmo (110:1) gana el premio por ser el texto más popular citado del Antiguo Testamento en el Nuevo.  Con razón, ya que muy bien nos dice que hay un solo Dios, el SEÑOR, y un Mesías que no es Dios, sino el ser humano supremo.  Cuando este oráculo divino sobre el Mesías se lee con atención al detalle que se encuentra en la palabra "señor", queda claro que el Mesías y Dios son dos personas distintas y que sólo uno de ellos, el Padre, es Dios en su totalidad.  Jesús es el Mesías, el hombre, el agente perfecto, sin pecado, de un solo Dios.

 He oído decir que el Evangelio es estrictamente los hechos acerca de la muerte y resurrección de Jesús.  Esto parece ser cierto, basado en las palabras de Pablo en I Corintios 15:1-3: "Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis y por el cual se mantienen firmes; ustedes se salvan a través de el, es decir, si se aferran a mi enseñanza, y esto sino creísteis en vano. les transmití a ustedes en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme  a las Escrituras, que fue sepultado, y que resucitó al tercer día según las Escrituras ... "

 Pensemos más detenidamente sobre esta cuestión en que consiste el Evangelio .  El hecho más importante de todo es que Jesús predicó el Evangelio y lo llamó el Evangelio acerca del Reino de Dios (Lucas 4:43, Marcos 1:14, 15; Mateo 24:14;. 4:23; 9:35,  etc).  Así que el tema en primer lugar del Evangelio es el Reino de Dios que viene y cómo prepararse para el.  Es igualmente obvio que Jesús no estaba hablando en ese momento de su muerte y resurrección.  ¿Cómo sabemos esto?  Simplemente porque  fue sólo al final de su ministerio que por primera vez se puso a hablar de su muerte y resurrección (Mateo 16:21).  Pero Jesús había estado predicando el Evangelio y en realidad envió a los doce y los setenta a predicar "el evangelio" antes de que él hubiera dicho una palabra acerca de su muerte y resurrección (ver Lucas 9:1, 2, 6, 10:1, 9,  11).  Cuando los discípulos se fueron a predicar el Evangelio, ciertamente no dijeron nada acerca de la muerte y resurrección de Jesús, porque incluso tan tarde como en Lucas 18:31-34  no entendían o incluso creían que Jesús iba a morir y resucitar!  Se trata de una imposibilidad absoluta, por lo tanto, que el Evangelio puede contener sólo hechos acerca de la muerte y resurrección de Jesús.

 Los hechos simples son que la información sobre la muerte y la resurrección se añadieron más tarde a la roca-cimiento del Evangelio, que es el conocimiento y la comprensión del Reino de Dios.  Así, Pablo, como Jesús (Lucas 4:43), siempre predicó el Evangelio acerca del Reino de Dios (Hechos 19:8; 20:25; 28:23, 31).  Si no lo hubiera hecho, se habría puesto bajo una maldición por predicar "otro evangelio".  La Gran Comisión siempre recuerda las órdenes claras para los cristianos.  Deben anunciar exactamente lo que Jesús anunció - "enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado" (Mateo 28:20).  El primer mandato de Jesús que resume toda su misión era la siguiente: "Convertíos y creed en el Evangelio del Reino" (Marcos 1:14, 15).  En I Corintios 15:1-3 (citado anteriormente) Pablo no contradijo sus propias palabras en Hechos 20:25 y su práctica constante, descrito en Hechos 19:8, 28:23, 31, de la predicación del Evangelio de Jesús sobre el  Reino de Dios.

 En I Corintios 15:1-3 se refiere a la parte del Evangelio que anuncia la resurrección de Jesús y que por lo tanto se refiere a este problema de frente.  Lo que dijo fue que la muerte y resurrección fueron predicados "entre las cosas de primera importancia" (v.3).  Pablo no dijo que los únicos hechos en el Evangelio fueron que Jesús había muerto y resucitado.  Como Henry Alford dice en su comentario a I Corintios 15:1-3, "eran la muerte y la resurrección de entre los elementos más importantes (en protois) en el Evangelio".

La palabra "eterno" o "eterna"
El Platonismo, lamentablemente, enquistado en las traducciones más estándar de la Biblia.  Al parecer, hay en la prestación de la desafortunada palabra griega aionios (= "perteneciente a la edad").  Aionios no significa estrictamente en sí misma "que dura para siempre."  La mayoría de los lectores de la Biblia reconocen a su vez  las expresiones "eterno" o "vida eterna" (zoe aionios).  ¿Cuál es entonces el significado del adjetivo "eterno"?

 Ya en el año 1889  A. Carr de Oxford y la universidad de Wellington en el Reino Unido estaban instruyendo a los jóvenes estudiantes de la Biblia en Inglaterra en el célebre conjunto de comentarios, Biblia de Cambridge para Escuelas y Colegios (Cambridge University Press).  Él proporciona una gema más esclarecedora e instructiva de la información en su comentario sobre Mateo 25:46:

 "La misma palabra griega (aionios) se traduce eterna (castigo) y (vida) eterna. En cada caso el adjetivo en el texto griego sigue al nombre -.. El lugar del énfasis del adjetivo aionios (eterna) = de o perteneciente a (  1) un aion o período, pasado, presente o futuro, o (2) a una sucesión de aiones o períodos. Así pues, no en sí mismo es = 'sin fin' "(p. 196).  El profesor Carr continúa señalando que, en todo caso será en la vida de la era venidera (la "vida eterna"), que la vida será a perpetuidad.  Se otorga cuando el venidero Reino de Dios en la tierra llegue con el regreso del Mesías.  Pero tenga en cuenta que la vida sin fin que es el destino de los cristianos está en otra parte aclaró, que es "la inmortalidad".  En el caso del castigo de los impíos, por otra parte, repetimos, "aionios, eterno, no significa por sí mismo sin fin."  El lector de la Biblia encuentra un enorme alivio al saber que el Dios de infinita compasión no expresará su ira por infligir a los malvados un "castigo eterno".

 Esa noción exagerada, que atribuye una crueldad suprema a Dios, que se ha leído en el texto bajo la presión de la adhesión a la tradición antigua, relacionada con la creencia platónica en la inmortalidad innata del alma.  En primer lugar, a continuación, en la Biblia no hay un "alma inmortal" que existe en los malos (o para el caso de los justos) que Dios torturará por los siglos sin fin y para siempre.  Lo que Jesús dijo fue que los impíos que niegan su autoridad como agente supremo de Dios, el Mesías, sufrirán la pena de "el castigo que corresponde a la era por venir", "esa edad", como dijo Jesús, cuando los fieles por la resurrección alcanzarán el Reino de Dios (Lucas 20:35).  En segundo lugar, el castigo que caerá sobre aquellos que rechazan las palabras de Jesús debe ser definido con más detalle en otros pasajes de la Biblia. Mateo 25:46 nos dice nada más que eso, es una pena que ha de imponerse cuando el siglo venidero llegue.  Es, podríamos decir, "un castigo sobrenatural", y excluirá a los malos de la gloria de la era milenaria del Reino que viene.

 Hay una excelente evidencia adicional para el hecho de que aionios, que se utiliza en relación con el castigo, no nos obliga a creer en "tormento eterno".  Judas 7 habla de la "eterno" (aionios) incendio que destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas.  El fuego en cuestión golpeó las ciudades en forma de azufre llovido del cielo.  No era una conflagración hecha por el hombre.  Era fuego "que pertenece a la era por venir" (Judas 7), el fuego vinó como una advertencia a los malvados del futuro, pero no era un fuego que ardía sin cesar.  Después de haber logrado sus efectos destructivos por la quema de las ciudades y sus habitantes, dejó de arder.  El fuego que no se apaga.  Llegó a su fin cuando los objetos para los que se preparó fueron consumidos en humo.  Es en el mismo lenguaje que el salmista habla de la destrucción de aquellos que se oponen a Dios: "Los impíos perecerán, y los enemigos de Jehová serán como la grasa de los carneros que se consumen en el humo que se consumen fuera." (Sal. 37  : 20).  La Biblia de Cambridge para Escuelas comenta: "El humo es la figura natural de la desaparición rápida y completa, como en Oseas 13:3:" [Los impíos] serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa, como la paja  que es accionado por un torbellino fuera de la cancha, y como el humo de la chimenea '"La misma imagen de la suerte de los impíos aparece en Abdías:". Yo haré que perezcan en aquel día, dice el Señor, destruye a los sabios hombres de Edom ... todo en el monte de Esaú será cortado por la masacre ... serás cortado para siempre ... de las naciones serás como si nunca hubieras existido "(Abdías 8-10, 16).  En otro pasaje de un oponente de Dios "se arruinará para siempre" (Salmo 52:5).  La idea es de una destrucción a perpetuidad sin posibilidad de reconstrucción.  Así también en el Salmo 92:7, 9: "Cuando los malvados prosperan son como la hierba, y cuando toda la flor de los malhechores, destruida para siempre ... Tus enemigos, oh Jehová, morirán."

 "Castigo eterno" y "fuego eterno" en el Nuevo Testamento exigen la traducción al idioma desde su origen judío en el Nuevo Testamento.  Así el Dr. Nigel Turner en palabras cristianas (T & T Clark, 1980, pp 452, 455, 456) dice: "Sería impreciso traducir aionios como" eterno "... [Significa] 'que pertenece a la época futura' "Esta importante información que se apoya en una doctrina bíblica importante - el destino de los malos - se ofrece al público casi un siglo antes, en el Diccionario de Cristo y los Evangelios: " El adjetivo aionios ocurre 70 veces en el Nuevo Testamento ...  Tres pasajes deben ser examinados: "a través de los tiempos de los siglos" (Romanos 16:25), "antes de los tiempos de los siglos" (II Tim 1:9; Tito 1:2.)., en estos usos, es evidente que "eterno" y "siglos" no son intercambiables Esto concuerda con la LXX [versión griega del Antiguo Testamento], en el que aionios se utiliza para describir los ritos y ceremonias del judaísmo que se suprimen en el cristianismo (Ex. 12:24;. 29:9, 40:15; Num 8:19 y otros) "(Vol. 1, p 540)...  El autor de esta entrada importante en el "castigo eterno" va a oponerse a la traducción de aionios como "siglo" o "era larga."  Con razón, también rechaza "eterno" como el procesamiento correcto.  Esto se debe a que el Nuevo Testamento habla de tiempos "antes de los tiempos de los siglos" (aionios).  Un tiempo antes de lo eterno es una imposibilidad lógica.  No se puede tener un tiempo existente antes de la eternidad!  Correctamente prestados, sin embargo, la Biblia habla de tiempos antes de "edades específicas de tiempo."  Había en otras palabras antes del tiempo "el tiempo de las edades", "tiempo marcado por edades".  Rev. W. H.  Dyson va a aclarar el significado de aionios con esto: "Eterno [aionios] La vida es la vida en el Reino ..." castigo eterno "es la antítesis de la" vida eterna ", las sanciones a toda maldad inseparablemente ligada con el Reino ...  Como principio de trabajo, entonces, "eterno" [aionios] puede ser aceptado como una descripción de las cosas que pertenecen a, esencialmente vinculada con el Reino, y es casi equivalente a 'mesiánico' ... Estos significados más profundos de aionios deben servir para eliminar la pregunta del elemento de tiempo en el castigo futuro de la base insatisfactoria de las interpretaciones meramente verbales ".

 Esta información es de vital importancia para una apreciación justa de la suerte de los impíos.  El castigo con que se les amenaza no es un castigo que dura para siempre.  Esa falsa impresión se transmite a los lectores de la Biblia en español por un error de traducción de la palabra aionios.  Aionios aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento como palabra descriptiva de los períodos de tiempo limitados.  Entra en el Nuevo Testamento como una descripción de la gran edad por venir del Reino de Dios - " dignos de alcanzar esa edad ", como lo describió Jesús (Lucas 20:35).  La traducción correcta de aionios como "perteneciente o relativo a la edad futura del Reino futuro"  pondrán en la mesa una serie de expresiones ahora erróneamente traducidas por el adjetivo "eterno".  "Eterno" trae a la mente del lector medio el concepto de eternidad, una idea en gran medida sin sentido.  Sin embargo, Dios trata con nosotros en términos que podamos entender.  Jesús quería que entendiéramos que la meta de la salvación, es la herencia del Reino de Dios en el futuro, no  un concepto  no temporal.  La Segunda Venida sucederá en un momento específico de la historia futura.  Jesús no va a introducir el "fin del mundo", otro error de traducción en algunas versiones, pero "el fin de una era" (Mat. 24:3; 13:39; 28:20).  El final de "el presente siglo malo" (Gálatas 1:4) marcará el inicio de la Nueva Era del Reino venidero. El CALENDARIO continuará en esa época venidera.  La esperanza cristiana se basa en una comprensión del futuro prometido.  Es un futuro que puede disfrutar durante la era venidera.  Para el creyente implica también, por supuesto, la inmortalidad.  Para los impíos la pena es la "destrucción que excluye de la era venidera del reino."  Se trata de una destrucción más allá de la reconstrucción.  Rev. Dyson hizo bien este punto en el artículo que hemos estado citando:

 "La enseñanza de Jesús como característica de las penas del pecado está ligado a su Evangelio del Reino. Jesús habló del valor incomparable del Reino de Dios como el" tesoro más rico "y la" perla preciosa "(Mateo 13  :.. 44, 45) La búsqueda suprema del Reino ha de ser el primer deber y la sabiduría soberana de la vida (Mateo 6:33) [Lo contrario de todo esto] es la pérdida incomparable que el rechazo del Evangelio representa  . Este es el castigo supremo - la exclusión del Reino, ser echado en el "tinieblas de afuera" (Mateo 8:12; 22:13; 25:30), negados por el Señor (Mateo 7:23, 10:  33, 25:12, Lucas 13:25-27), excluidos de la presencia alegre del rey (Mat. 25:41) El uso de las figuras "lloro y lloro y el crujir de dientes" en la sentencia de exclusión.  indica claramente que el remordimiento es un elemento de la retribución futura (cf. Lucas 16:25: "Hijo, acuérdate ') ... En la parábola de la cizaña (. Mateo 13:24 ss) y la red de arrastre, el derrocamiento definitivo, los términos parecerían implicar la destrucción definitiva del mal ".
 "Fuego eterno" no significa un fuego que quema a través de los siglos sin fin.  Es el "fuego de la era por venir," el lago de fuego donde la Bestia y el Falso Profeta son enviados a la venida de Cristo para inaugurar la primera etapa del reino de Dios, el reino de mil años (ver Apocalipsis  19:20 y comparar la destrucción del líder de Asiria como fue profetizado en Isaías 30:31-33.).  "Castigo eterno" no significa un castigo que sigue infligiendo dolor sin fin.  Una vez más, el artículo sobre el "fuego eterno" en el Diccionario de Cristo y los Evangelios es útil:

 "En muchos pasajes del Antiguo Testamento, aun cuando se dice que el fuego es inextinguible, y arderá para siempre, el fuego material es, sin duda, extinguible, el fuego es uno de los agentes físicos que Dios emplea habitualmente en sus juicios temporales y su quema siempre debe hacer referencia  a la destrucción de efectos duraderos. Sodoma y Gomorra y Edom se dan como ejemplos de lugares en los que el castigo del fuego eterno cayeron, y todavía cargan con sus punzones de pruebas ... En Sodoma, Gomorra y Edom (Is. 34) tenemos ejemplos  de lo que se entiende por "sufrir el castigo del fuego eterno" (Judas 7). Pero esto no quiere decir que desde que el fuego destruyó las ciudades, sus habitantes han estado soportando los dolores "(Vol. 1, p. 536).

 El Nuevo Testamento felizmente define  lo "eterno" del fuego cuando se describe la destrucción de Sodoma y Gomorra.  Judas usó la expresión "fuego eterno" para definir la naturaleza de ese castigo.  Debería ser obvio para cualquier lector que "eterno", como hemos señalado anteriormente, transmite el sentido equivocado en español.  Ese fuego no sigue ardiendo.  No es "eterno".  De hecho, fue un ejemplo de lo devastador y destructivo del "fuego de la era venidera."  Será infligido por el regreso de Jesús (II Tes. 1:7-9, y después de la segunda resurrección, Apocalipsis 20:10).

 "Gusanos inmortales" (¿gusanos inmortales?) No hay evidencia de un castigo eterno consciente de los malos.  Los gusanos ayudarán a consumir los cadáveres de los impíos.  Pero nadie imagina que los gusanos vivirán para siempre.  Tampoco existirán los cadáveres después de que hayan sido "consumido en el humo" (Sal. 37:20).  En ese momento los impíos serán "como si nunca hubiera existido" (Abdías 16), un montón de cenizas bajo los pies de los justos.  "El día que viene va a quemar [los impíos]  ... y ellos serán ceniza bajo sus pies" (Mal. 4:1-3).  "La quema para siempre", "fuego eterno" (Isaías 33:14) describe el fuego consumidor de destrucción que pondrá fin a los impíos para siempre.  Los efectos del castigo será más allá de la reversión.  Ellos durarán para siempre.  Así, en Apocalipsis 18, la ciudad de Babilonia se someterá al castigo final mismo.  Será un repentino tormento y destrucción por quema.  Será todo en un día.  "Sus plagas vendrán en un día y ella será quemada, quemada con fuego" (Apocalipsis 18:8).  Los espectadores verán "el humo de su incendio" (v. 9) y "se pararán lejos por el temor de su tormento", un proceso duradero "una hora" (v. 10).  "En una hora  la ciudad ha sido destruida" (v. 19).  La ciudad de Babilonia, en este proceso de la tortura (vv. 10, 15) que resulta en "el humo que se eleva por los siglos de los siglos" (19:3), dejará de existir ", nunca más será hallada" (18:  21).  Debemos tener en cuenta cuidadosamente el sentido exacto de la palabra "tormento" (18:10, 15).  Produce un estado de no-existencia.  Significa "derrocamiento violento por el fuego" (ver 18:21).  Para ser "atormentado" debe ser "quemada con fuego" (18:8).  El humo del incendio, es el indicador de la labor destructiva del fuego, sube "por los siglos de los siglos" (19:3).  Esto no nos lleva a entender que la ciudad continuará experimentando un proceso sin fin de la pena.  El Antiguo Testamento nos ha enseñado a entender que en el día de la ira de Dios "la tierra de Edom se convertirán en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día. El humo subirá para siempre. Las tierras yacen desoladas de generación en  generación, nadie pasará a través de él para siempre jamás ... Nadie va a estar ahí "(ver Isaías 34:8 ff.)..  Esta imagen del "fuego eterno" (cf. Judas 7) los siglos de los siglos.  Tal destrucción final se llama "tortura por el fuego."  La ciudad de Babilonia sufrirá tal "tortura".  El diablo y sus secuaces también experimentarán "la tortura en los siglos de los siglos" (Apocalipsis 20:10).  Tomado en forma aislada del resto de la Escritura este versículo podría ser leído (o al menos en español será lo escuchado) referirse a un castigo consciente y sin fin.  Pero como "fuego eterno" (Judas 7) es realmente el destructor "fuego de la era venidera" (aionios fuego), y dado que los impíos serán "destruidos para siempre" (Sal. 52:5; 92:7), Apocalipsis  20:10 No debe hacerse para controlar el resto de la evidencia bíblica.  "La tortura", como se ve, significa "destrucción repentina de un fuego que consume", con resultados sin fin. Se trata de una "tortura" que causa la ruina repentina de Babilonia (Apocalipsis 18:8-10). Será "tortura" que destruirá a Satanás y sus seguidores para siempre. Basado en el uso bíblico de la palabra "tortura" en relación con la ruina repentina, violenta irreversible de la ciudad, está bien tomar el Apocalipsis 20:10, en el mismo sentido: El diablo sufrirá una tortuosa destrucción por el fuego, el fin, con resultados irreversibles.  Las palabras de la Biblia se deben permitir el matiz dado en el contexto de los idiomas originales.  El sentido de "tormento" o "tortura" en el griego del Apocalipsis no es necesariamente a la del español.  Esto se demuestra por el uso de "tormento" para describir la desaparición de una ciudad (Ap. 18:10, 15), un uso que es realmente muy inapropiado en nuestro idioma. Subsidio completo se debe hacer en este hecho lingüístico importante.

 El destino de los impíos en Apocalipsis 14:11 se describe en el mismo idioma.  El humo de su muerte tortuosa sube para siempre.  No habrá posibilidad de reversión día y noche por los siglos.  Los malvados no pueden esperar un futuro más allá de la destrucción en la segunda muerte - lo que significa muerte en la Biblia es la ausencia de la existencia consciente (Eclesiastés 9:5, 10, etc.)  La muerte en el lago de fuego es la muerte sin perspectivas de recuperación.

 No hay un solo texto en la Escritura que nos permita imaginar que la segunda muerte es una especie de purgatorio del que un hombre puede resurgir y ser salvo.  Tal es la ilusión del "universalismo" que no se puede llevar a creer que Dios realmente pone al malvado fuera de la existencia para siempre.  La aniquilación de los impíos, a través de una tortuosa destrucción, proporciona la advertencia más cruda posible para la humanidad.  Con esa advertencia el Nuevo Testamento constantemente nos llama a todos al arrepentimiento y  la fe en el Evangelio del Reino como Jesús lo predicó (Marcos 1:14, 15).  El perdón de los pecados se proporciona en la muerte expiatoria del Mesías por los pecados del mundo, pero el perdón depende del arrepentimiento.  Y el arrepentimiento significa responder con fe inteligente en el Evangelio del Reino (Marcos 4:11, 12; Lucas 8:12).  El arrepentimiento y el perdón son dos caras de la misma moneda.  Uno sin el otro no tiene sentido.  Y el pecado se define expresamente por Jesús como la falta de creer a sus palabras (Juan 16:9; 5:47, Mateo 13:19, etc.).  De ahí la importancia de definir el Evangelio salvador como Jesús lo hizo, por lo que el arrepentimiento puede seguir en respuesta a la orden de que "creer en el Evangelio del reino" (Marcos 1:14, 15).  El bautismo en agua en el Nuevo Testamento seguía la comprensión inteligente del converso del Evangelio acerca del Reino y el Nombre de Jesús (todo lo que Jesús significa) - Hechos 8:12.  Todo esto estaba en cumplimiento con la orden de Jesús de marchar a la Iglesia hasta el final de la edad en la que vuelve a establecer su Reino en una tierra renovada (Mateo 28:19, 20).


 De acuerdo con Jesús ...

 Según Jesús, Dios es estrictamente una Persona, no tres.  Los cristianos que valoran a Jesús como el revelador de la verdad suprema debe considerar sus palabras clásicas, pronunciadas en una oración final.  "Tú, oh Padre, el único que es verdaderamente Dios" (Juan 17:3).  Él definió la salvación como la creencia en el único Dios verdadero, y  en sí mismo como el Mesías (Juan 17:3).

 Se trata de un serio secuestro de las palabras de Jesús si se añade al credo de Jesús.  Para Jesús, su Padre es "el único que es verdaderamente Dios, el único que es verdaderamente Dios, el único Dios verdadero" (véase también Juan 5:44 y Marcos 12:29).

 Esas expresiones son más que claras.  Son, sin un atisbo de ambigüedad.  Sin embargo, han sido abandonados por la iglesia que lleva el nombre de Jesús.  La Iglesia, desde hace siglos, desde los tiempos post-bíblicos, definió a Dios como tres personas.  Jesús definió a Dios como una persona, el Padre.  Hay una diferencia muy grande.  Esa diferencia debe ser repensada y reformada.  No podemos arriesgarnos a fragmentar a Dios.  Jesús creyó y enseñó el monoteísmo unitario estricto.  Nunca había oído hablar de la Trinidad - o él lo habría rechazado.  Así lo deben hacer sus seguidores.

 Siglos más tarde, después de los concilios la iglesia había inventado férreas creencias y las impuso a los fieles, Agustín se encontró cara a cara con la definición de Jesús sobre Dios como "el único que es verdaderamente Dios".  ¿Qué iba a hacer?  La iglesia para entonces habían perdido el credo de Jesús.  Se propagaba por todas partes la creencia de que Dios es tres Personas.  Esa frase inocente en Juan 17:3 dice que Dios era una sola persona, no tres Personas.  Aquí está  "solución" de Agustín.  Él escribió: "El orden correcto de las palabras es" que te conozcan a ti y a Jesucristo, el único y verdadero Dios "(Homilías sobre Juan).

 Uno puede tener las palabras de Jesús en este gran tema, o las palabras de los credos post-bíblicos.  Es difícil ver cómo se puede tener ambas al mismo tiempo.  Seguir a Jesús significa creer en sus enseñanzas.  La enseñanza de Jesús acerca de cuántas personas son el único Dios es realmente no es difícil: "Tú, oh Padre, el único Dios verdadero".  Jesús es el Señor Mesías (Lucas 2:11;. Salmo 110:1), el Hijo de Dios (Mateo 16:16), pero no el único y verdadero Dios.

 Comentarios
"Quiero expresar mi gratitud por su sitio web. Me he pasado la mayor parte del día leyendo los artículos. Hay un grupo de santos que se reúnen todos los viernes por la noche y el domingo en Kansas City,  para discutir aspectos del Reino. Hemos estado haciendo  así por los últimos tres años. Hemos aprendido a tirar al tacho la teología tradicional, y creer lo que dicen las Escrituras. "  (Missouri)
 "Me encontré con tu artículo maravilloso en la promesa hecha a Abraham que él sería heredero del mundo, y no podía estar más de acuerdo. He estado enseñando este concepto durante años y ha sido recibido por miradas al vacío."  (Arkansas)

 "Gran parte de lo que me enseñaron y creyeron lo estoy reexaminando. Me he dado cuenta de que yo estaba viendo la mayor parte de las Escrituras a través de un filtro que me cegó para ver la verdad, convirtiendo el corazón y los ojos a todo lo que era judío y lo que significa más de 75% de la Biblia, es decir, las Escrituras Hebreas. mi sorpresa al enterarme de la actitud de Lutero hacia Jesús y los Judíos con la elaboración de su propio canon. Me asombra que yo también elogió las epístolas de Pablo a través de las palabras de Jesús en los Evangelios.  Ahora entiendo que Pablo estaba totalmente de acuerdo con la enseñanza de Jesús sobre el Reino de Dios y no en contradicción ".  (Connecticut)

 "Es difícil para mí explicar el impacto que su enseñanza está teniendo en mi vida y ministerio. Siempre he tenido el deseo de la verdad y  el último año  he orado más y más por sabiduría con el fin de ser capaz de enseñar  al pueblo de Dios nunca me imaginé que la respuesta vendría de esta manera. Nunca soñé que podría haber estado tan equivocado acerca de muchas cosas. Ahora veo que toda la base de nuestra creencia no ha sido correcta. Es  como si tenemos que borrarlo todo y empezar de nuevo. Sé que es la bondad de Dios que nos muestra dónde tenemos que corregir.

 " A sus12 años, mi hija preguntó el otro día por qué Jesús no había  dicho simplemente al hombre que vino a él cómo ser salvo -. Creyendo que Jesús iba a morir por sus pecados y resucitar de entre los muertos se preguntó por qué Jesús  ni siquiera mencionar esas cosas Esta es una de las cosas que ha venido señalando que ha sido tan sorprendente para mí Mientras que Jesús predicó el Reino, pero nuestra tradición ha estado proclamando su muerte y resurrección, como todo el Evangelio -.. que obviamente  no lo es! "  (Missouri)

 "Yo no lo hubiera creído, pero he oído esto en uno de los programas de respuesta de la Biblia anoche. La pregunta era sobre el tiempo del rapto y el regreso de Jesús. El experto en Biblia increíblemente advirtió a sus oyentes a no tomar lo que  Jesús dijo en Mateo 24 como base para entender el orden de los acontecimientos finales. Aconsejó sólo a consultar a las epístolas! "  [Esto refleja un amplio rechazo de Jesús a favor de una mal entendido Pablo] (California)

miércoles, 20 de febrero de 2013

El cielo es el trono de Dios, no la morada del cristiano. 2P



La filosofía platónica se fue infiltrando en la iglesia del Señor a través de Filo, quien era el representante de ala Alejandrina de la iglesia judía. Cuando Roma conquistó a Grecia, las dos naciones empezaron a mezclarse. Pronto la religión y las filosofías griegas comenzaron a florecer en Roma, y fueron asimiladas por los conquistadores. Así, entre los romanos, los platónicos, los pitagoreanos, los estoicos, los epicurianos, y otros, tuvieron gran acogida. El romano Cicerón adoptó la idea de la inmortalidad innata de alma de los filósofos griegos (106-43 D.C). En este contexto se desarrolló la iglesia de Dios, con ideas populares y paganas.

Es lamentable que los cristianos de hoy no se percaten del error de esta doctrina de la inmortalidad innata del hombre. La gran mayoría de Cristianos no sabe quien fue Platón, el filósofo Griego, quien creó, basándose en razonamientos personales, la idea del alma inmortal del hombre. El neoplatosnismo influyó sobre la iglesia cristiana pervirtiendo la verdad de Dios. Esto ocurre en el siglo III en adelante.
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El movimiento Gnóstico decía tener las respuestas sobre el problema del origen del universo y del mal. Estos gnósticos tomaron para sí ciertas terminologías bíblicas o del cristianismo para captar la atención de los cristianos ortodoxos y convencerlos para sus filas. Las ideas de los gnósticos habían sido una mezcla de filosofías paganas, mitologías orientales, de cábalas judías, y de términos cristianos. Ellos mezclaron la filosofía esotérica de Egipto con el dualismo común del zoroastrismo, del viejo babilonialismo, platonismo, y aun de la cábala judía. También adoptaron el concepto de las sucesivas emananciones del Ser Absoluto del Brahamismo. También el gnosticismo adoptó del Budismo la creencia o concepto del antagonismo del espíritu y la materia y la irrealidad de la existencia derivada. Además, el gnosticismo adoptó del Budismo la creencia de un dios en proceso de desarrollo, y almas espirituales deseando ser liberadas de las ataduras de la materia y alzarse sobre las cosas del sentido—y finalmente ser reunido con la fuente de la vida divina. Por eso hay teólogos que han definido el gnosticismo como la “helenización del cristianismo”.
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Los gnósticos hacen una sutil distinción entre el remoto y el desconocido Ser Supremo, o Gran Dios (el Originador de Todo), y del “Demiurgo”, que se creía era uno de los “Aeons” (o poderes autoexistentes) que progresivamente emanaron de Dios y subsisten en Él. Estos “Aeons” forman “el Pleroma” (plenitud) o el mundo invisible. Este “Demiurgo” era considerado como el “Dios Creador”, y como el inmediato originador del mundo visible y el originador de la materia. El “Demiurgo” ocupaba el lugar intermedio entre el Dios Supremo y el mundo material. Pero también decían los gnósticos que este “Demiurgo” estaba en rebelión contra el Dios Supremo. El “Demiurgo” no era originalmente malo, sólo limitado o imperfecto. Creían que este “Demiurgo” creó al hombre, impartiéndole sólo su propio principio imperfecto y débil—el alma sensual. Sólo el Altísimo y verdadero Gran Dios podía impartir el alma racional divino. Se creía que este “Demiurgo” no podía traer a sus criaturas el verdadero conocimiento de Dios, y era sólo el dios de los judíos, y hasta cierto punto, del cristianismo. Así Jesús, venido como el Mesías prometido, sólo pudo preparar el camino de la redención.
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La creencia gnóstica era que el hombre tenía tres elementos y proporciones variadas: física, espiritual, y carnal. Los espirituales son como los “Aeones”, y capaces de ser perfectos. Los físicos tienen la naturaleza del “Demiurgo”, y con cierto poder para levantarse contra la materia. Los carnales son los que están bajo el control de la material y destinados a un trágico destino.
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Los Gnósticos pensaban que tenían el conocimiento que los llevaría a la inmortalidad, pues creían que las almas de los hombres espirituales son inmortales. Sostenían que su conocimiento esotérico y su vida ascética los llevaría a la salvación. Para ellos la redención era la liberación del espíritu de su conexión con la materia. También el gnosticismo propagó la idea Persa del dualismo, es decir, creían que el mundo fue originado por dos principios iguales y eternos, pero distintos y perfectamente conflictivos. El bien y el mal, el espíritu y la material, luz y tinieblas. El maniqueísmo propagó esta idea en la iglesia, y ha hecho del diablo un jefe perpetuo de un reino imperecedero de pecadores inmortales como él, en un infierno de fuego eterno. Sin embargo, el cristianismo original fue MONÍSTICO, es decir, que todo lo que existe fue creado por una fuente u origen singular—el Absoluto infinito Dios del Antiguo Testamento. San Pablo dice que sólo Dios tiene inmortalidad (1 Timoteo 6:16). El Monismo sostiene que llegará el día en que la maldad y el maligno serán erradicados del universo, quedando el Todopoderoso Dios y los justos. No obstante, los que creen que el diablo y los malvados irán al infierno de tormento eternamente, están basándose en el dualismo Persa, y no en la Biblia.
Los Gnósticos prácticamente sostenían que el espíritu del hombre espiritual va al Pleroma (la habitación de los “Aeones”), Los gnósticos valentinianos, en cambio, sostenían que si bien el alma sobrevive a la muerte física, ésta debe esperar en un lugar intermedio—-una especie de embrión de purgatorio—antes de llegar al cielo. La porción material pasa a la destrucción, mientras que el alma animal se queda con el DEMIURGO en el lugar intermedio para siempre.
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En resumen, los errores de los gnósticos fueron los siguientes:

1.- Dualismo: La oposición coexistente de dos principios contrarios y eternos, con la materia considerada como mala, y por tanto, no creada por el Ser Supremo. Hubo una repugnancia a todo lo material.
2.- Emanaciones: Relacionado con los Aeones provenientes del Ser Supremo. En lugar de una creación directa, finalmente la emanación produjo el mundo.
3.- Demiurgo: El más degradado de los Aeones, identificado con el Dios de los judíos, y el inspirador del Antiguo Testamento.
4.- Hostilidad hacia el Judaísmo: Jehová fue visto como maligno, y por ello hostiles al Dios Supremo.
5.- Docetismo: El cuerpo del Mesías sólo tenía la apariencia de tal, o que fue usado sólo temporalmente.
6.- Rechazo a todo el Antiguo y Nuevo Testamentos, excepto las epístolas paulinas. Pedro y Santiago considerados como siervos del “Demiurgo”.
7.- Dieron énfasis a los ritos y pompas ceremoniales.
8.- Aristocracia Arbitraria: El hombre sólo escala en función a su conocimiento de supuestos “misterios”.
9.- Fatalismo: La presente condición del hombre no es por su propia decisión, sino es el resultado del método de su creación. Y no hay nada que él pueda hacer para liberarse a si mismo.
10.- La materia es inherentemente mala. Se practicaba el ascetismo.
11.- Incluyó la idea de la redención. Una divina interposición en el mundo y sus asuntos era, sin embargo, concebida, para liberarse del dominio del mal.
12.- Cristo degradado: Pusieron a Cristo en la categoría de las otras criaturas de menor naturaleza.
13.- Trasmigración: Que el alma migra de cuerpo en cuerpo hasta completar su purificación total. Así, ellos se diferenciaban, marcadamente con el cristianismo que sostenía la resurrección del cuerpo.

En los siglos IV y V se presentó la amenaza del Maniqueísmo en la iglesia Post- Nicena. Los maniqueos eran dualistas, un movimiento que siguió al gnosticismo. Fue el desarrollo del gnosticismo con el elemento cristiano reducido al mínimo, y con un dualismo zoroastriano, acompañado con la adoración de la naturaleza babilónica, y otros elementos orientales. Su organización fue jerárquica, con Manes a la cabeza como “un apóstol de Cristo” y considerado como el Paracleto que completaría la obra de Cristo: El Papado Maniqueo tuvo su centro en Babilonia por siglos. Este Manes se rodeó de 12 apóstoles y 70 obispos. Su enseñanza era que el alma pertenece al reino de la luz, en tanto que el cuerpo al reino de las tinieblas. Sostenían los maniqueos que Cristo nunca murió pues no tuvo un verdadero cuerpo. Sostenían que Cristo no tuvo un nacimiento humano, y que su sufrimiento y muerte fue una verdadera ficción. Creían en la trasmigración de las almas de los impuros (sucesivas reencarnaciones) en los cuerpos de animales u otras cosas hasta que hayan expiado sus pecados. La reencarnación es rechazada, y la salvación se obtendrá exterminando los deseos carnales. Su política era la abstinencia. La existencia del demonio era considerada como eterna, como la de Dios. El dualismo fue muy marcado.
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Los ritos maniqueístas fueron realizados con gran pompa y ceremonia. En especial, el bautismo y la comunión, como lo hace la iglesia Católica. Los elegidos eran un grupo sacerdotal que practicaban el ascetismo budista, no poseían propiedades, eran célibes (celibato sacerdotal), se abstenían del vino, no tomaban la vida animal, y se sujetaban a estrictas regulaciones en su vida. Insistieron en que eran “el único cristianismo verdadero”, exaltando el ascetismo, las ceremonias pomposas, y afirmaban que sus ministros eran intermediarios entre Dios y los hombres, y enseñaban una especie de purgatorio. En un comienzo Agustín de Hipona era un maniqueo. Parece que Agustín (Padre y Teólogo de la Iglesia Católica) arrastró con él la idea maniquea del alma inmortal.